Hay que averiguar por qué aparecen algunas enfermedades infecciosas de carácter cutáneo. A un grupo de especialistas se le ocurrió que quizás siguiendo la pista de la permetrina (el tratamiento habitual de la sarna, comúnmente conocida como sarna) se podría hacer una estimación de la prevalencia de esta enfermedad de la piel en la población. Y las 700 prescripciones anuales de esta crema de uso tópico por cada 100.000 habitantes es catalogarla como un “problema”, dice Eliseo Martínez, dermatólogo del Hospital Virgen de la Victoria de Málaga y coordinador del Grupo de Epidemiología y Promoción de la Salud en el Mundo. Organización de la Salud. Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).
En un estudio publicado en 2022, Martínez y otros colegas advierten que el crecimiento anual de la sarna podría rondar el 40%. Esta enfermedad, que se manifiesta principalmente con prurito (más intenso por la noche), está provocada por un parásito que se siente especialmente cómodo en las extremidades (manos, dedos de las manos y de los pies) o en las zonas íntimas (desde las axilas o la areola hasta las nalgas) y es transmitida directamente y por contacto cercano. Por tanto, se incluye en la categoría de enfermedades transmisibles y se encuentra entre las enfermedades emergentes sobre las que alerta la AEDV. Los dermatólogos coinciden: “Era algo que veíamos muchas veces en la consulta, y ahora es prácticamente todos los días”, dice Martínez.
las razones
Las teorías que utilizan para explicar este auge son variadas: la más plausible es la tendencia al alza de las enfermedades infecciosas de la piel (las enfermedades de transmisión sexual -ETS- van en aumento), mientras que otras, menos seguidas, defienden que este parásito era capaz de desarrollar resistencia a los tratamientos convencionales.
Para arrojar más luz al respecto, la AEDV desarrolla desde noviembre del año pasado el proyecto Clini-AEDV para identificar las características de los casos y por qué algunos son resistentes a los fármacos (cuya eficacia es aún muy alta).
La sarna y la tiña son enfermedades que “siempre han existido”, afirma Leonardo Bassone, dermatólogo del Hospital General de Granollers (Barcelona). Este último es uno de los protagonistas de las indagatorias de los especialistas: fue él mismo quien impulsó un estudio nacional que analiza el aumento de casos de este hongo, que suele aparecer en el cuerpo (tiña del cuerpo), pero los especialistas detectaban en consulta en las regiones de la cabeza (tiña de la cabeza).
Su trabajo abordó la hipótesis de que esta transmisión estaba relacionada con la práctica de la caída del cabello por afeitado con navaja en las peluquerías, pues las zonas en las que veían ese particular círculo rojo con un centro claro estaban en los costados y en la espalda. el cuello. Así, empezó a recopilar casos de sus distintos compañeros a través de un nutrido grupo de Telegram compartido por cerca de mil dermatólogos españoles: de los 107 casos analizados, 106 aparecían en jóvenes.
Además, descubrieron que una forma inflamatoria de tiña, posiblemente debida a un “trauma” en el cuero cabelludo causado por el afeitado, facilita que el hongo penetre más profundamente, lo que conlleva el riesgo de alopecia cicatricial (en casos muy raros). finalizar). Sin embargo, Pascone reconoce que se necesitan “estudios más amplios” para determinar el origen de la “contaminación” en las peluquerías.
Uno de los problemas que mencionaron es que estas enfermedades no se notifican y, por lo tanto, dificultan la implementación de políticas de salud pública consistentes en caso de un brote. Tampoco facilitan el desarrollo de registros nacionales. A diferencia de las ETS, que son de declaración obligatoria y cuya prevalencia fue de 32 casos por 100.000 habitantes en 2021, según el ISCIII. Diez veces más que a principios de siglo. Entre los motivos, explica Irene Fuertes de Vega, coordinadora del Grupo de Investigación en ETS y VIH de la AEDV, está la pérdida del “miedo” a la infección genital. la mejor prevención del VIH (con programas de prevención previa a la exposición), o la “falta absoluta de información y formación en salud sexual”.
Hidradenitis, otra condición inflamatoria silenciosa
una descripcion. También conocida como Hidradenitis Supurativa (HS), es una enfermedad inflamatoria y es principalmente de origen genético, que es otra incógnita. Causa inflamación de los folículos pilosos en ciertas áreas del cuerpo (ingle, axilas, área genital, región de los glúteos y en los pliegues de la piel, como el área de los senos o el área abdominal) y puede provocar quistes (que se asemejan a un acné grande) o, en el peor de los casos, fístulas.
personificar. El diagnóstico tarda una media de una década, según denuncia la Asociación de Pacientes con Hidradenitis (Asendhi) en su último baremo. En muchos casos, reflexiona Alejandro Molina, dermatólogo del Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada, “porque no le han diagnosticado este nombre”.
Pacientes. El 30% de las personas con hidradenitis supurativa sufre depresión y una de cada dos sufre un trastorno de ansiedad, denunció la presidenta de Asendhi, Silvia Lopo Benito, quien también es una paciente experta en la enfermedad. Piden a la asociación un mayor acceso a los dermatólogos y una mejor atención: “No es una enfermedad que requiera ningún estudio clínico, solo se está explorando, y nos hacen tres preguntas” para ver si hay nódulos dolorosos, dónde están las lesiones y cómo a menudo ocurren.
para tratar. Molina habla de una enfermedad que se puede controlar, pero crónica para el resto de la vida. El principal objetivo de los especialistas es “tener la mínima recurrencia de lesiones, si es posible”. En casos moderados o severos, es común someterse a cirugía, pero existe una oportunidad para nuevos medicamentos como Cosentyx (secukinumab), que fue aprobado por la Comisión Europea hace unas semanas.
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